Cuando echo de menos la familia... los amigos... la realidad y las situaciones del lugar en donde nací, crecí, viví, jugué, reí, sufrí, amé, lloré, estudié, salí, me fui, volví, me fui de nuevo... y aún no volví... cuando tengo esa NOSTALGIA PURA Y DURA, lo mejor es quedarme en casita... recordar, llorar un poquito, pensar en los buenos y malos momentos... y saber que todo aquello... y sobre todo la gente, esas personas que tanto quiero y extraño, siempre están conmigo...
Lo que me pasa es que de vez en cuando me agarran esos picos de nostalgia... tristeza? bueno no del todo... pero sí me dan muchíiiiiiiiiiiiiiiiiisimas ganas de estar allá... darme un intenso paseo por las calles y casas de mis amigos... estar en mi camita, charlar y peliar con mi familia, vivir en casa, estar donde solía estar.... Pagaría por congelar el tiempo y transportarme allá... pero me da miedo no querer volver acá... y me da miedo no querer volver allá... y cuando no se tiene idea de qué pasará y mucho menos se sabe qué se quiere hacer... entonces pensar en qué será del futuro a veces presenta cierto riesgo, este miedo del que hablo, otra veces una inmensa alegría de saber que el futuro está en mis manos... otras veces no pienso en el futuro.. y muchas dejo que el futuro llegue sin necesidad de preocuparme... al menos no mucho , o no tanto como lo hacía antes... ya creo que no vale la pena PREOCUPARSE del futuro.. sino OCUPARSE de que sea lo mejor que pueda ser... y lo más importante... estar satisfecha y contenta con las cosas que hago, en el lugar en el que estoy, estar feliz de ser la persona que soy...
Sin embargo, en estos días de nostalgia no puedo evitar pensar en mi futuro, porque pienso en el pasado y proyecto... y comparo, y reflexiono... en estos días de nostalgia ya no tengo claro dónde voy...
Igual voy... igual sigo.... y camino... y estoy contenta con la persona que soy... por eso sigo... por eso voy... por eso camino...
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