aDiÓs NoNiNo

Bueno... se fue mi mamá...

Estuvo desde el 10 de Noviembre, cuando yo no podía ni hablar ni moverme demasiado porque estaba con tubitos y recién operada...
Pasando por dos semanas de lenta recuperación en casa... Yo digo lenta porque me hubiese gustado salir a caminar 30 kilómetros cada día... llevarla a comer de todo, lo típico, lo nuevo, lo que a ella le gustara... recorrer pueblitos cercanos a Madrid... no sé... Mi velocidad de paseo era tortugal... iba agarrada de su brazo... cual jubilada de 99 años... y volvía a casa muerta de cansancio por haber estado 2 horas fuera de casa... PaTéTiCo!
Los últimos 10 días estaba muchísimo mejor.. casi era una persona de fuerzas físicas normales... Nos fuimos al Sur, al Puerto de Santa María y alrededores (pueden ver las fotos). Recorrimos la ciudad (parece como estar en un cuento... es todo tan pequeño y mágico...), después Cádiz (qué bonitas callecitas... subimos al campanario de la catedral, visitamos ruinas de hace 3 mil años -síii de la época de Pericles y más allá!- y comimos riquísimo! Me encantó Cádiz...), fuimos una tarde a Jeréz (muy pero muy lindo también, había un coro de jubiladas que era fenómeno... con palmas y panderetas, un bombo, y muchas voces poco afinadas... casi me muero de la ternura), Rota (donde hay una base militar yanquee... pero qué lindo atardecer vimos!) y Sevilla (ya la conocía... pero caminamos de 9 a 19 horas... parando para unas merecidas tapas dos veces... o sea... terminamos liquidadas)
Ahí puedo decir que ya me sentía mucho mejor... sino no hubiese podido acompañarla (aunque confieso que me cansaba mucho más de lo normal en mí... a Sevilla no tenía muchísimas ganas de ir... estaba cansada... pero valió la pena... quería compartir con mamá esos paseos... ella disfrutaba muchísimo... buscando rinconcitos bonitos para poder pintar luego en Argentina -después de tanta foto espero recibir una de esas acuarelas!!-).
Así es que el último tiempo la pude disfrutar más... compartiendo .. intentando hacer que ella estuviera contenta, descubriera lugares, visitara... no sé... que aprovechara el viaje...
Justo antes de partir mi madre para Buenos Aires pensé en lo grave de mi situación: como al principio me sentía inútil total, y verdaderamente lo era, dejé que me ayudara en practicamente TODO! No sé cómo lo ven.. pero llevo un mes y medio sin cocinar, sin hacer las compras, sin hacer la cama, sin limpiar, sin trabajar, sin ocuparme de los tedios de esta vida... Me costará volver a arrancar!!!! Dios mío! qué he hecho?!?! Por esa secuencia lógica de razonamiento decidí empezar a hacer algo pronto... empecé a cocinar (mientras estuvo la vieja cociné 2 veces! qué patético! bueno che! estaba de post operatorio.. y hay que aprovechar la comida casera de la mama!) y a hacer actividades... podrán saber que normalmente soy un culo inquieto así es que no podía dejar que mi mamá hiciera todo... la ayudaba bastante... y la cama la hacía yo también! no vayan a pensar (tampoco me voy a hacer propaganda negativa! qué es esto!? )
El caso es que me di cuenta que la visita de mi madre me ayudó mucho... por qué será que tienen mil trucos para facilitar la vida doméstica?? En dos semanas tenía la casa completamente renovada, y mi cuarto ya es un habitáculo digno de descanso y libre de cajas almacenadoras de ropa (y libre de bolsas)... y mi escritorio está pintado de blanco, y me tejió un sweater y un gorro, y haciendo las compras ella me permitió a ahorrar para el pasaje a argentina, y me descongeló el freezer, y .. y.... y...
Su visita me ayudó a ver algunas cosas de otra manera... a intentar calmar mis ansias, mis preocupaciones... Mi madre disfruta de la vida... de los paseos al aire libre, de la gente, de los detalles de cada día... Lo da todo por sus hijos y por papá... por su mamá, sus hermanos... Ella intenta que no suframos... y comprende que cada uno de nosotros es una persona independiente de ella (aunque como toda madre no dejará nunca de hacer algún comentario sobre tal o cual cosa)...
No sé.. hoy miro mi habitación vacía (de sus ropa, de sus remedios, sus cosas, de su voz, de su presencia... vacía de ella) y pienso que me encanta mirarla, ver cómo se mueve, cómo mira, cómo dice, cómo come, cómo se entusiasma, cómo se enoja, y cómo me vuelve a perdonar.... Me gusta tenerla y sentirla cerca... y es eso lo que voy a extrañar...